"Cada campeonato tiene algo diferente". Lo aseguró Martín Laborda, bicampeón de la Monomarca 1100 del Sudeste.
Siempre se supo que el regreso de Martín Laborda a la Monomarca 1100 del Sudeste no iba a pasar inadvertido. El campeón 2009 regresó en Tres Arroyos, ganó y cumplió de entrada con el requisito que lo habilitaba por soñar con su segundo título. Además ingresó en el momento justo para ser parte del Playoff, el cual dominó a voluntad más allá de tener a Oscar Fornes como su máximo rival en la lucha por el campeonato.
No especuló el domingo pasado en Estudiantes, a pesar de tener 39 puntos a favor. Y no dejó dudas al obtener la pole position. Sumó todos los puntos posibles que otorgó el parcial de la serie como la prefinal. Sólo tenía por delante esperar cumplir con el 75 por ciento de la competencia, es decir 15 de las 20 vueltas, llegando en cualquier posición sin importar el puesto del sierrabayense.
El ingreso del auto de seguridad y su reanudación a cinco vueltas del cierre lo dejaron como bicampeón. Sólo faltaba ganar, pero a falta de dos curvas lo superó de manera arriesgada, pero lícita, Gabriel Lezaeta. "Me sorprendió, hasta debí frenar, porque si no podíamos terminar los dos afuera. Por suerte todo salió bien y Gaby pudo ganar", analizó después del pesaje, emocionado con su preparador Juan José Cassou por haber cumplido el objetivo de volver a ser campeón.
"Mi familia, los sponsors y mi preparador son los responsables de este momento. No iba a correr este año, pero me insistió Juanjo y mi grupo, algo parecido a como cuando debuté en el TC Pista Mouras. Cada campeonato tiene algo diferente que uno la sabe disfrutar. No sé si continuaré en el Sudeste, tal vez pase al Atlántico", cerró.
